Ser o no ser

Viernes 16 de julio del 2010, después de 16 horas de debate se aprobó el  proyecto de ley del matrimonio gay en Argentina. Unas horas más tarde, una jueza de paz se niega rotundamente a casar una pareja homosexual porque “(…) en la Biblia, Dios no aprueba esa forma de vivir. Una relación entre homosexuales es una cosa mala delante de los ojos de Dios (…)”. Cruzando la cordillera de los andes, un cardenal peruano se toma la libertad eclesiástica de pedir al pueblo peruano no imitar las normas políticas argentinas valiéndose de un análisis futbolístico-religioso digno de cualquier filósofo de barrio chino. Mientras que la Iglesia reclamaba rabiosa y ofendida la legitimidad moral de una ley civil; los homosexuales celebran el nuevo derecho que pueden ejercer.

Las personas más conservadoras, entre los que se encuentra la iglesia, mi mama, mi papa, mis abuelos, mis tías y el resto de fervientes cristianos y otras religiones afines, sostienen que ha llegado el fin del mundo, que es algo antinatural ver a dos hombres o a dos mujeres casándose y adoptando hijos para formar una familia. Alegan que eso no puede ser una familia porque una familia está formada por un padre o  una madre y no por dos papas o dos mamas. Además, explican que esto le haría un grave daño psicológico a los niños que se confundirán al no saber diferenciar quien es su papa o su mama. Por otro lado, concluyen que con este tipo de leyes no se hace más que promover sociedades donde no prime la razón sino los instintos sobre todas las cosas. Finalmente, como máxima expresión de la discriminación, sostienen que los niños que sean adoptados por una pareja homosexual corren el riesgo de ser violados sexualmente por sus padres.

Bueno ahora me toca, modestamente, tomar la bandera homosexual y rebatir tanto pensamiento retrogrado. Tomo la banderola homosexual sin necesidad de serlo; la tomo por el simple hecho de que creo en la igualdad de las personas sobre todas las cosas. Primero, no ha llegado el fin del mundo y si alguien puede presagiarlo pues deberían darle el premio Nobel; lo “natural” o “antinatural” lo imponen las sociedades y dichos conceptos son oscilantes a través del tiempo; es decir, lo que en un tiempo fue bien visto ahora no lo es tanto o viceversa; si alguien no cree esto deberíamos preguntarle al Papa cual es su opinión sobre la Santa Inquisición. Segundo, ¿por qué un niño no puede tener dos papas o dos mamas? ¿qué daño se le puede ocasionar a un niño diciéndole que sus padres son homosexuales? Pues, ninguno; ¿el hecho de tener padres homosexuales tiene relación con el amor o el odio que recibirá el niño? Creo que no, cualquier niño puede ser feliz o infeliz teniendo los padres más heterosexuales y conservadores como los padres más homosexuales y libertarios. Tercero, un hijo de padres homosexuales no es homosexual por que vea a sus padres dándose muestras de afecto; si partimos de esta idea, no habría homosexuales en todo el planeta tierra por el simple hecho de que todos los homosexuales vienen de padres heterosexuales. Ser heterosexual u homosexual es una decisión personal no la imitación de un comportamiento social. Cuarto, una sociedad no deja de pensar por aprobar una u otra ley; lo hace cuando duerme en el pasado y no hace nada por adaptarse a los cambios que traen las nuevas generaciones. Quinto, es muy bajo argumentar que los homosexuales no pueden adoptar niños porque los primeros pueden violar sexualmente a los últimos; es muy bajo porque los homosexuales no son unos enfermos sexuales; es verdad, que hay homosexuales con algunas desviaciones sexuales también hay heterosexuales con una gran cantidad de las mismas por lo cual no se puede negar el derecho a una pareja gay de adoptar un niño basándose en este fofo razonamiento.

Finalmente, creo que Perú debería seguir el ejemplo de Argentina y de muchos otros países que, dejando de lado todo interés religioso, buscaron darle una mejor calidad de vida e igualdad frente a las leyes a un grupo minoritario. Desafiaron valientemente al conservadurismo político y religioso a fin de evitar la disgregación de la sociedad por causa de la opción sexual. Cabe resaltar que una recomendacion para el matrimonio de dos personas homosexuales los dos deben vestirse de diferente color ya que si ambos viste de negro se corre el riesgo de parecer un velorio y si se casan ambos de blanco pues eso pareceria una primera comunión.

"No existen hechos, solo interpretacion de estos" - Friedrich nietzsche