domingo, 15 de agosto de 2010

Vacaciones


Son las 05:05 p.m. del domingo 15 de agosto. Han pasado 5 semanas de vacaciones, 35 días y muchas horas corriendo al compás de sus segundos. Han sido unas vacaciones algo diferentes. Cuando empezaron, me prometí desarrollar mi férrea, preocupante y decadente vocación de escritor tecleando sin cesar frente a mi laptop y a leer dos obras que me ayuden a escribir; es decir, a escribir mejor. También tuve algunas promesas más personales. Las promesas personales las cumplí con mucha dedicación y anhelo; ahora, faltando un día para que empiece la masacre que es la universidad, puedo decir que en mi vida todo anda bien, todo encaja a la perfección, soy feliz y aunque el clima sea una mierda o no salga el sol por muchas semanas siento que hay algo dentro de mí que me llena de calor y unos ojos y una sonrisa que me ilumina el día más nublado y sórdido. Ese algo se llama Amor. Bueno, mis promesas cuasi literarias se vieron desplazadas por mis viajes a Cajamarca y a Chiclayo; es decir, solo pude leer un libro, escribir un artículo a favor del matrimonio homosexual  y tengo 5 historias en el tintero pero, para ser sinceros, ninguna tendrá un final feliz o infeliz pronto.
Estas vacaciones descubrí muchas cosas interesantes. Descubrí que nuestras autoridades esperan el último momento para hacer todas las obras que pudieron hacer en tres o cinco años. Supongo que su plan será recordarnos lo bueno que son por hacernos tantas obras al mismo tiempo ¿no? Bueno pues tengo que confesarles que no es necesario que se tomen esa molestia; si no hicieron una buena parte de todas las obras que estaban en los planes de su mandato en 4/5 y 2/3 del mismo; pues les pediría, casi suplicaría que se vayan sin hacer nada. Les rogaría que nos eviten reventarnos el hígado pensando en lo lento que es el tráfico y cuál será el nuevo desvío vehicular en la avenida Aviación o en la avenida Angamos. Los peruanos no somos tontos para no darnos cuenta que solo hacen todas esas obras para que tenga una mayor oportunidad de salir reelegidos, para poder satisfacer esa hambre y sed de poder y de dinero.
También descubrí grandes cantautores y grupos. Encontré y disfrute de cada acorde de Ismael Serrano. Cada verso tiene un significado escondido, cada sonido entona un sentimiento. Entre su música me deslice muchas noches de insomnio, disfrutando cada canción como si fuera la primera o quizás la última.  Me sorprendí con Novalima; una mezcla de música electrónica y música peruana. Esa mezcla extraña y dulce de beats con retoques de cajón y guitarra criolla me mantiene pegado. Por otro lado, musicalmente, descubrí o me convencí de que soy muy malo para tocar guitarra; después de 5 días de ensayo no pude encontrar el tipo de rasgueo de una canción y mi guitarra casi paga caro las consecuencias de mi inutilidad.
Descubrí que el Perú, mi Perú, es más inseguro de lo que creía. Entre marcas, cupos y policías inútiles la inseguridad ha aumentado en forma exponencial, aunque las estadísticas digan lo contrario; al menos yo me siento más inseguro. No me parece justo que un grupo de ladronzuelos y holgazanes-aunque una gran mayoría de políticos son holgazanes y, en su gran parte, ladronzuelos- empuñen unas ametralladoras y vayan amedrentando, robando y asesinando a cualquier persona que se resista a entregar su esfuerzo diario a esta escoria de la sociedad.  Sería una ligereza asegurar que la solución de este problema está en matar a todos los delincuentes. Creo que hay soluciones más viables y menos sangrientas; aunque no me falten ganas de llevar una Pietro Beretta 9mm y abrir fuego con cuanto encapuchado o carterista se cruce en mi camino.
Descubrí que, a pesar de nuestros problemas, mi Perú es un país que vive, piensa y se esfuerza por salir adelante. Es un país con montañas, valles y ríos que vibran y hacen vibrar a la gente que los rodea. Es un país que me enorgullece por su diversidad y me enorgullece porque yo soy parte de esa diversidad y de la que todos formamos parte; aunque muchas personas no quieran pertenecer a esta diversidad tan out para ellos. Descubrí que tengo buenos amigos y que ellos me tienen a mí; aunque yo no sea tan bueno. Descubrí que me gusta jugar pingpong y que tengo que jugarlo el resto de mi vida para que sea perfectamente feliz. Descubrí que estoy perdidamente enamorado de la chica que tengo a mi lado, que la extraño infinitamente cuando no está conmigo y  que la quiero como nunca he querido a alguien y como nunca nadie ha querido. Me di cuenta que tengo unos papas que me quieren a su manera, que usualmente no es mi manera. Me di cuenta que soy un pleitista, igual que mi padre. Me di cuenta que, antes que lo piense, mañana empiezan mis clases.

viernes, 13 de agosto de 2010

Papá, cuéntame otra vez



Tierna y dulce historia de amor


Sucede que a veces


Un destello de felicidad


La extraña pareja

jueves, 12 de agosto de 2010

Cajamarca en 8

La rueda
 La rueda

Pasadizo
Pasadizo

Dos Arboles
Dos Arboles

Discipulos
Discipulos

Escribiendo la historia
Escribiendo la historia

Mirada
Mirada

Pasos estacionarios
Pasos estacionarios

Respiro
Respiro